COSAS QUE PASAN.- TELÉFONOS (II).- José de Pineda
Espero que no se les hiciera muy larga la espera colgados del “aparato” mientras escribía esta segunda entrega. Pues una vez llegados a la centralita, solicitabas a la operadora el número deseado, ésta a su vez le pasaba el recado a la central de Écija, Écija a Sevilla y así hasta llegar a su destino.
Esta operación, dependiendo de las “sobrecargas en las líneas”, podía demorarse entre media y una o dos horas, a veces más. Era curiosa la forma de expresarse entre las operadoras; la de La Luisiana decía:“Écija quiero Estepa”. Y Écija le respondía:“Luisiana, Estepa al habla”. Una vez conseguida la conexión, la operadora se asomaba por la ventanilla y en voz alta decía: “conferencia con Cerro Muriano” (por ejemplo), y el paisano se metía en el locutorio para realizar su gestión. Una conversación que inevitablemente era escuchada por el resto de personas que esperaban su turno.
Distinto era cuando la llamada se realizaba desde tu casa. Decías:“Merceditas, ponme con fulano de tal” (casi siempre se decía el mote). Ella se sabía de memoria todos los números de los abonados así como la mayoría de las instituciones provinciales como la Delegación del Gobierno, Capitanía General, hospitales, Guardia Civil, etc… De vez en cuando, algún solicitante impaciente después de tocar enérgicamente el soporte, cosa que molestaba muchísimo a la chica, decía: “¡Señoritaaaa! ¿Qué pasa con la conferencia que tengo pedida con Bilbao?”. Ahora conferencia significa otra cosa.
Cuando describo estas curiosas situaciones no sólo me refiero a La Luisiana, donde se producían, sino que imagino que cada pueblo de España tendría mil y una anécdotas. Voy a destacar una que nos hizo mucha gracia a los chavales que aquella tarde nos encontrábamos allí resguardados del frío viendo pasar la tarde y a los paisanos que por allí desfilaban. Era Carlos Pepego, el hombre necesitaba hablar con alguien y solicitó la correspondiente conferencia a Rosarito. Esta le advirtió que había bastante demora, pero él insistió. Se dio un garbeo por el pueblo y al rato volvió a preguntar por su encargo. La operadora le comunica que sigue habiendo demora, así hasta cuatro o cinco veces. Ya con la noche echada encima y un frío que pelaba este buen hombre volvió a preguntar y como no le contestaban no pudo aguantar más. Nervioso y tartamudeando como solía, dijo: “¡Rooosarito,sooospenda la conferencia, o sea, que majartao de esperá!”.
Antes todas las quejas eran para la C.N.T.E. (Compañía Nacional Telefónica de España) y para sus empleadas: Rosaritos, Merceditas, Maribeles, Yelis y Pilucas, todas españolas. Ahora el ranking de todas las quejas de los usuarios son para la telefonía: Movistar, Orange, Vodafone, etc. y sus operadoras se llaman Lupitas, Lucrecias, Valerias, Antonias, son sudamericanas y además de no solucionarte el problema, te llaman a las horas más inoportunas y encima intentan venderte un seguro.
Si le gustó el artículo pulse 9. Si no le gustó, pulse 0. Gracias.