COSAS QUE PASAN | TOMAR EL FRESCO | José de Pineda
¿ Habrá algo más placentero, sociable, natural, enriquecedor, sano y sobre todo tal y como están las cosas, económico que eso ¿. Me refiero a aquella vieja costumbre que también se llevó el tiempo, de despedir las sobremesas nocturnas del verano de ollas con pringá y gazpachos con agua fresquita del pozo.
Como todo en aquellos años, todo tenía sus horas, aunque la mayoría no tuviera relojes para contarlas. Había que levantarse a la salida del sol, trabajar hasta la puesta, comer a la una, la siesta era sagrada y ya a la caída del sol la cena sí o sí de olla o papas fritas. Una vez recogida la mesa y los cuatro cacharros que había…todo el mundo a la calle, abuelos, padres, niños, hasta el perro se tendía buscando el frescor del suelo recién regado, y así, poco a poco se iba formando la tertulia con los vecinos y algún que otro despistado transeunte que al escuchar el rastreo de sillas acudían a esa cita ineludible para tomar el fresco, que era una de las pocas cositas que se podía tomar en aquellas tediosas noches, bueno eso y el agua fresquita del botijo, búcaro, porrón o perrengue que alguno se traía de su casa sobre todo los que tenían pozo. También era costumbre y aprovechando las hermosas semillas del melón de medio día, o sea las pipas, cuando eran de verdad, (ahora son transgénicas pequeñas e insípidas) que una vez bien lavadas y secadas al implacable sol de la tarde, se tostaban a fuego lento en el “infernillo de petróleo” con un poco de sal y que había que tapar la tiznada y desgastada sartén, porque conforme se iban tostando se abrían y se salían del recipiente. ¡¡Exquisito postre oiga!!
Una vez finalizada la tertulia, casi siempre no muy tarde, porque al día siguiente había que madrugar; cada mochuelo a su olivo, en este caso al colchón o manta tendida en el suelo, bien en la casapuerta o en el corredor donde hubiera un poco de corriente, a todo esto con las puertas de par en par. De ahí viene aquella historia que se contaba que una vez ya acostados la madre le dijo a la hija: ¡! Niña, abre un poco la ventana pa que entre el fresco,¡¡y así fue, entró el fresco y se acostó con la niña.
Ahora, los médicos recomiendan esta sana costumbre de tomar el fresco en vez de tantas series de tv. y tantos facebook, Twitter, o Whatsapp. Hay que recuperar la vieja cultura del “corrillo”, donde se ventilaban los problemas cotidianos de la familia y vecinos y se hacía sin saberlo, terapia de grupo, comentando las vicisitudes y penurias propias de aquellos duros años , para así compensar en la medida de lo posible con las desgracias ajenas.
Como ahora son todos Estudios, los expertos (siempre los expertos) están investigando, cómo nos afecta y nos afectará estas altas temperaturas que estamos padeciendo en este verano adelantado¡¡ A buenas horas!!, y dicen que esto ocurrirá sobre todo en verano…¡¡manda huevos duros con tanta temperatura y tanto experto. Ya le digo.