MIS MEMORIAS Y RECUERDOS | MI VIDA LABORAL EN ÉCIJA XX (Oposiciones, mi nombramiento, funcionarios, carrusel de secretarios y meritorios) | Paco Rodríguez
Mediados del año 1963, por fin se recibe comunicación del Ministerio de Justicia, en la que se me nombra funcionario, con carácter de interino, con entrega de la correspondiente credencial. Hecho que, al menos, sirvió para coger algo más de confianza en mí mismo: en esos momentos me encontraba preparando las oposiciones, que se habían convocado un mes antes. Difíciles oposiciones de ingreso en el cuerpo de Auxiliares de la Administración de Justicia. La dificultad estribaba no solo en el programa de temas que se exigían, porque los temas eran asequible, al menos, para quién tuviese nociones del funciona miento de un órgano judicial, como podía ser mi caso, sino porque había que luchar con la competencia de siete mil doscientos aspirantes de toda España, que se presentaron a aquella convocatoria. Los exámenes tendrían lugar en Madrid, en el Tribunal Supremo de Justicia.
Lo más importante para aquellas oposiciones, consistía en poseer una velocidad mínima de 250 p/m, en mecanografía, -el primer ejercicio-, o sea, copiar un texto que facilitaba el tribunal en un período máximo de tiempo de quince minutos. Quién no superase la prueba quedaría eliminado, y no podía examinarse del segundo ejercicio. En el mes de octubre de 1965, gracias a Dios y al esfuerzo y trabajo, aprobé los exámenes con buena nota. Tomé posesión de mi plaza en este Juzgado, el 21 de Febrero de 1967.
CARRUSEL DE SECRETRIOS.-Mientras, y durante la preparación de las oposiciones, continuaba mis funciones de interino, adscrito a la Secretaría que regentaba aún el famoso Don Tomás Gutiérrez Pavón. A éste, poco tiempo después, le llegó la hora de su jubilación y cesó en el cargo. La plaza fue cubierta por DON MOISÉS AMADOR MOREIRA, un señor procedente de Galicia, concretamente de Orense. A esta Ciudad se desplazó en un coche Seat-600, desde su tierra, o sea, recorrió España de Norte a Sur acompañado solamente de su esposa, que se llamaba Lourdes. Su estancia en esta Ciudad duró poco, solicitó una plaza en un Juzgado de Vigo, y se marchó allí. Con él llegué a tener un trato correcto y respetuoso. Aprendí nuevas formas de trabajar. De casi todos los secretarios y secretarias que tuve en mi larga carrera, aprendí algo. Fue cubierta la plaza por DON JESÚS SENDINO, vecino Palencia. Este señor, no aparentaba tener ningún padecimiento, y repentinamente falleció en su propio domicilio, de la calle Miguel de Cervantes.
La plaza vacante del señor Sendino fue cubierta en corto espacio de tiempo, por un buen Secretario, que dejó estelas de su personalidad, sabiduría y de buenísima persona, DON JOSÉ ARROYO REVILLA, procedente de Granada, quién ejerció su cargo en Écija durante algunos años, hasta que se trasladó a su tierra, Motril, concretamente, fue su destino.
NUEVAS INCORPORACIONES. Al poco tiempo de tomar posesión de mi cargo de Auxiliar, se produjo la incorporación de dos nuevos Auxiliares que, casualmente, aprobaron en las mismas oposiciones del que suscribe, sus nombres, ANDRÉS GÓMEZ CABALLERO, vecino de la Ciudad de Cabra y JOSÉ ZAPICO VERDUGO, procedente de Marchena, ambos ampliaron la exigua plantilla de funcionarios que, históricamente, tuvo este Juzgado. Quiero hacer una especial referencia Pepe Zapico, por la importancia que tuvo para Écija su estancia entre nosotros. En el aspecto personal, abarcó casi todos los servicios habidos y por haber, en su afán desmedido de trabajar por ÉCIJA, desprendiéndose de cualquier idea insolidaria que pudiera venirle. Siempre tuvo muy claro que su segunda Ciudad, merecía todo esfuerzo y cariño. Écija, sus ciudadanos supo responderle, acogiéndolo como uno de sus hijos más preciados. Aquí dejó muchos y buenos amigos que se le recuerda como alguien extraordinario, que pasó y se hizo de querer. Como gestión destacable, a efectos de estas memorias, suya fue la idea de promover y organizar, a principios de los años setenta, una Cabalgata de Reyes Magos; trajo para ello, carrozas de su pueblo marchenero. Curiosamente en aquella gran Cabalgata, el autor de estas memorias hizo de Rey Baltasar, acompañado de los ciudadanos de Écija, Custodio Gallardo Hinojosa y Manuel Gastón Fernández de Bobadilla. Cabalgata que fue todo un éxito, con poca ayuda económica del Ayuntamiento que se encontraba, como siempre en penuria, colaborando muchos comerciantes ecijanos y, por supuesto los señores Gallardo y Gastón, que aportaron una buena cantidad económica, aparte de costear los caramelos y juguetes de rigor.
Pero, insisto, ¡qué buen funcionario era Pepe Zapico!; ¡qué personaje más genuino tuvo como vecino Écija, durante mucho tiempo!.
MERITORIOS: Mª CARMEN RUPERTI, RAMÓN FREIRE, MIGUEL AGUILAR.
En este punto, y hablando del aumento del personal en el Juzgado, justo es citar a quienes, en calidad de “meritorios”, comenzaban a prepararse para unas futuras oposiciones de ingreso en la Administración de Justicia, además de prestar una impagable ayuda al trabajo de la oficina judicial. Quizás fuese aquella la última época, en la que se permitía tener meritorios, en las condiciones y formas vigentes. Me refiero a la etapa, en la que tuve el placer y orgullo de haberles sido útil, en cuanto a consejos se refiere, además de prepararlos, con algunos de los que entraron para aprender los vericuetos del Juzgado. En ese supuesto se encuentra la que en la actualidad ejerce sus funciones de Auxiliar en el Juzgado número 2 de Écija, MARIA DEL CARMEN RUPERTI, que, en su momento, aprobó las oposiciones en la primera convocatoria que se presentó; ella puso de su parte, constancia, fuerza de voluntad, sacrificio y vocación. Debo decir , con conocimiento de causa, que María del Carmen Ruperti, es una de las mejores en su puesto. Magnifica alumna, buena compañera y amiga, con la que me une lazos de parentesco por la línea de mi padre, que era primo hermano de su abuela. Un cariñoso saludo desde estas líneas a ella y a toda su familia.
También cito aquí a FALI PRADAS “El morito”, a quién también preparé en sus inicios; luego él supo situarse en la cumbre como el funcionario que mejor ha entendido la oficina del registro Civil de Écija, en la que se jubiló. Lo echan mucho de menos. Gran persona Fali. Servicial y siempre de un humor crónico, haciendo feliz a los que le rodean. Saludos cariñosos a mi Fali.
Así mismo, recuerdo el inicio como meritorio, de nuestro inolvidable RAMÓN FREIRE GÁLVEZ. Quién, quizás con dieciséis años, y con el aval de otro amigo, MANOLO LLAGAS, entró a formar parte de aquella bien avenida familia judicial. RAMÓN, desde un primer momento, se ganó el afecto y la simpatía de todos nosotros. Ya, desde muy jovencito, apuntaba maneras de que en un futuro no muy lejano, llegaría a ser el funcionario ejemplar y modélico, que le acompañó hasta su jubilación. Después, con el tiempo, sus andanzas, comprendidas en una biografía que está jalonada de grandes acciones, investigaciones, colaboraciones y libros editados. Doy aquí por reproducidos todos sus éxitos, para no hacer interminable este artículo. Descansa en paz amigo RAMÓN.-
MIGUEL AGUILAR JIMÉNEZ. Un amigo entrañable, quién, ciñéndome al contenido de este artículo, entró a formar parte de aquél colectivo de funcionarios y meritorios. Tomó contacto con el “papel de oficio”, -que se utilizaba en la Oficina Judicial-. Desde muy jovencito también, y a través de su padre, mi inolvidable amigo y buen músico, Miguel Aguilar, que me habló del interés que tenía para que su “chiquillo”, se formara como trabajador en la Administración de Justicia. Aquí quiero hacer constar, con toda la humildad y modestia que poseo: que comencé siendo su inductor y maestro en el Juzgado; para que a lo largo del tiempo, cambiase la circunstancia, pasando el alumno a maestro y viceversa. Siempre fui, y en el presente así me considero, un antiguo alumno, devoto y seguidor del saber estar, cualidades e inteligencia, de mi amigo, MIGUEL AGUILAR JIMENEZ. Todo mi cariño para él y su familia, especialmente a su esposa María del Valle Pérez Aínsua.
NOTA. Esta foto corresponde al homenaje de despedida que se le dio a DON ANTONIO NAVAS GASLITEO, COMO Juez de Écija. En la imagen están, entre otros, Paco González Montaño. José Arroyo, Secretario del Juzgado, Luis Serrano, Juez Municipal, en el centro el propio Don Antonio Navas, a su izquierda Pepe Zapico. Detrás Antonio Caro y un Ramón Freire casi imberbe. Cierran la escena, Manolo Llagas y el que suscribe.