EL ARTE DE CONVIVIR. LA ESENCIA DEL AUTOR. Marta Martínez
Antes de comenzar a leer este artículo, te sugiero que cojas lápiz y papel. ¿Lo tienes? DIBUJA UN ÁRBOL y cuando lo tengas terminado sigue leyendo.
¿Cómo es el árbol que dibujaste? Grande, con flores, un tronco delgado,…
Tamaño: Un árbol pequeñito es síntoma de retraimiento, si ocupa gran parte del folio te indica extroversión y alegría.
Raíces: ¿Tiene raíces? Las raíces representan los cimientos. Hay personas que se les olvidan las raíces y eso me indica inseguridad emocional. Sin embargo, si tus raíces son muchas, me indica que tienes un apego positivo a tu familia, si son demasiado anchas y grandes, es la búsqueda de estabilidad.
Suelo: Expresa el modo de afrontar la vida. Firme y bien trazado: tus ideas son claras y tienes voluntad de crecer. Ondulado: sensibilidad y tendencia a evitar enfrentamientos.
Tronco: Recto: rigidez, disciplina. Con líneas onduladas: flexibilidad, sociabilidad. Líneas muy retorcidas: sufrimiento emocional, sentimientos de culpabilidad. Muy delgado. Revela inestabilidad, poca iniciativa, debilidad. Un tronco Grueso es señal de firmeza, autoridad, energía.
Ramas: Hacia arriba: optimismo, extraversión. Acabadas en punta: impulsividad, agresividad, necesidad de defensa. Hacia abajo: pesimismo, decaimiento, desasosiego.
Copa:si la copa que dibujaste es pequeña te indica timidez, miedo, pero si es grande, imaginación, idealismo. Si es proporcionada al tronco representa equilibrio.
Hojas cayendo del árbol. Señal de timidez, melancolía, susceptibilidad.
Presencia de frutos. Significa generosidad, capacidad de trabajo, sociabilidad. Si están en el suelo: decepción, inquietud, agitación emocional.
¿Qué resultados obtuviste? ¿Te identificaste? Fíjate los datos que nos puede dar el dibujo de un árbol sobre nuestra personalidad. Cada dibujo es único y refleja la esencia de su autor.
¡Gracias por compartir estos momentos conmigo!