LA FRAGUA.- ALEJANDRO MAGNO.- Juan Manuel Rivero
El campo de batalla está listo. Las elecciones que de aquí a unos meses vayan a desarrollarse en nuestro país, tienen un contexto diferente y nuevo desde aquella fecha histórica de mil novecientos setenta y siete. Por aquellos días, la política y los políticos que tenían que salir de las urnas, llevaban ya de antemano un estigma conciliador y con una fuerte ilusión determinante, que era la de cambiar el régimen que había estado impuesto durante cuarenta años. De aquellos hombres y mujeres que debían salir para poner sosiego político y una estabilidad creciente en las mentes de los españoles, se podía adivinar que en cualquier caso fueren quienes fueren, algo nuevo y expectante iba a suceder, el cambio estaba ya sobre la mesa y la paz y el progreso era cuestión de días…
Desde la democracia de aquellos días, desde la base real de las elecciones y desde el prisma de la libertad y del poder que las urnas dan a los políticos, no han sabido mantener unido el sentimiento que los españoles teníamos en aquellas fechas, y el asalto de las funciones que cada político ha tenido en sus manos desde la confianza de los votantes, solo ha servido treinta y ocho años después, para que la corrupción el engaño y el oportunismo de algunos políticos, mermen la confianza de las gentes de todo un país.
Los partidos políticos de ahora, todos, no solo tendrán que trabajar para que la confianza de las gentes vuelva después de tantos episodios de corrupción en los partidos, sino que tendrán que esforzarse en hacer saber a los votantes que son quienes los ponen en los departamentos, que la corrupción ha sido cosa del pasado y que imperará la ley sobre quienes quieran enriquecerse a costa de la política, cosa ya harta difícil por el hartazgo incansable al que nos han sometido.
Todo este malestar creado por el robo, el saqueo, la indisciplina política y la dejadez de sus funciones en la actitud que ha habido en las distintas regiones del país, incluyendo en este grupo como algo inaudito los ladrones de los defensores de los trabajadores, han facilitado la entrada en la política del partido “Podemos” que está hurgando con toda celeridad en la herida de todos aquellos que estamos pasando la crisis de una manera lastimosa y cruel.
Ha entrado con una fuerza pasmosa en todos nosotros y quiere hacernos ver desde su política embaucadora que hay que cambiar España y todo el concepto del país sin dejarnos ver que ellos, quienes están al frente del partido, ya sin haber entrado aun de lleno en la política, están traicionando la confianza de todos, por los problemas que tienen con el fisco y con sus diversas empresas. Sin embargo –Podemos- no es un partido al uso, quiere concentrar todo el mayor número de personas desahuciadas políticamente y en todos los conceptos, y lo está consiguiendo. El proceso político que quiere para los españoles no está aún ni muchos menos claro, es más, no saben que es lo que quieren, pero si saben lo que tienen que decir, que no es ni más ni menos que todo aquello que las gentes quieren oír aunque sea mentira. Pero la realidad es que el partido ha calado con una exageración indiscutible en las personas que ven en podemos el partido que puede sacar el bipartidismo de la zona caliente del poder y estar en la primera línea de tiro.
Hay que esperar por lo tanto hasta el final, y no dar por ganado algo que no convence, no por las formas, sino por el contenido, que es en general lo que interesa al personal. No necesitamos comparaciones políticas ni de éste líder ni de nadie, la democracia ya se ganó hace tiempo.
Que no pase aquí lo mismo que le pasó a Alejandro Magno, que después de morir y transcurridos unos días entre su muerte y la preparación para su funeral, no aparecieron signos de putrefacción, lo que se llegó al origen de la leyenda de la incorruptibilidad de su cuerpo. Estudios médicos sobre este hecho, demostraron que después de haber ingerido alcohol y en mucha cantidad, cosa que hacía a menudo sobre todo después de haber muerto su pareja homosexual Hefestión , un general macedonio, se demostró que había cogido la fiebre tifoidea, mal que dejaba en muchas ocasiones parálisis en todo el cuerpo por lo que al parecer fue enterrado, como se suele decir- pre mórtem. (Antes de morir).
Queda tiempo pues, para ver si “Podemos” tendrá la confianza de las gentes o por el contrario será enterrado antes de emprender el camino que lo llevaba a la gloria del poder, ese poder que junto a su novia, que ya quedó atrás en el camino político víctima de no hacer bien las cosas, habían estado vislumbrando juntos.